domingo, 18 de octubre de 2009

Un Viajero y un Amor

Un viajero que en puerto ajeno encuentra el amor
es un viajero que no ha perdido el viaje
y ha ganado un amor

Un amor que duradero se hará
Ya sea, en el recuerdo
Ya sea, en en su lecho de hombre viejo
Que recuerda con nostalgia aquel día en que le conoció...

En la playa del silencio donde los ojos con sal lloraban lágrimas
Donde se cruzaron los momentos, donde las almas se armonizaron
y cantaron al unisono voces infinitas, cubiertas de un manto de arena enamorada

Viajero que has venido y has encontrado un amor, no lo dejes!
Llevalo en tus brazos a donde vayas
Permanece con el donde permanezcas
Crece con el donde crezcas
Y hazlo rico cada día.-


Escrito por Ingrid Aravena B.

jueves, 21 de mayo de 2009

No te Salves (Mario Benedeti)

Mis estimados visitantes, he aqui una nueva entrada después de mucho tiempo, ajetreo por aquí ajetreo por allá, pero ya volví...y lo hago con poesía que es lo que este blog quiere mostrar en su escencia aunque matizando siempre con la belleza expuesta desde otros puntos de vista...


Acá un poema de Mario Benedetti, escritor uruguayo que nos ha dejado hace pocos días. Cultivó todos los géneros, con iniciación en la poesía en libros como Poemas de oficina (1956), de tono cotidiano y existencial. Con los cuentos Montevideanos (1960) incursionó en el realismo, asociado al costumbrismo, centrado en las clases modestas de la ciudad. En 1960 ensayó la crítica político-social con El país de la cola de paja. Sus novelas La tregua (1960) y Gracias por el fuego (1965) amplían el realismo a la observación de vicios sociales de la clases media y la sociedad de consumo.


me pareció muy bello este poema llamado "no te salves", que lo disfruten!!!


No te quedes inmóvil al borde del camino,

no congeles el júbilo,

no quieras con desgana,

no te salves ahora ni nunca.

No te salves.

No te llenes de calma,

no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo,

no dejes caer los párpados pesados como juicios,

no te quedes sin labios,

no te duermas sin sueño,

no te pienses sin sangre,

no te juzgues sin tiempo.

Pero si, pese a todo, no puedes evitarlo;

y congelas el júbilo,

y quieres con desgana,

y te salvas ahora,

y te llenas de calma,

y reservas del mundo,

sólo un rincón tranquilo,

y dejas caer los párpados pesados como juicios,

y te secas sin labios,

y te duermes sin sueño,

y te piensas sin sangre,

y te juzgas sin tiempo,

y te quedas inmóvil al borde del camino,

y te salvas;

entonces no te quedes conmigo. "